Carta al director

El jueves estuve haciendo cola para sacar las entradas del partido de estre sábado que enfrenta al Xerez Deportivo contra el Sevilla. Pues bien, lo que vi me parece una vergüenza. Este club aun no ha aprendido a organizar en condiciones una venta de entradas, más que un club de primera parecemos un equipo de tercera regional.

Una hora antes de que se abrieran las taquillas, la cola se había convertido en una marabunta de aficionados impacientes que golpeaban las ventanillas de las taquillas, y para colmo el principio de la cola iba engordando más y más gracias a “los espabilados” que se colaban con la excusa de saludar a un colega. Al final, las 100 personas que tenía delante de mí, se convirtieron en 200.

La organización del club ha sido pésima desde el principio, y parece que no hemos aprendido aún del partido del ascenso a 1ª división, donde las colas y las bullas iban en aumento a cada minuto que pasaba. La situación ha vuelto a repetirse de nuevo, aunque el club mire para otro lado. Y visto lo visto, miedo da pensar en la que se puede liar con un Madrid o un Barza.

Achuchones, empujones, insultos y sobre todo poca seguridad, sólo 3 vigilantes y ningún policía local para traer la calma a tanto descontrol. El club no aprende de sus errores, el equipo no levanta cabeza y la organización dista mucho de ser un club de 1ª. Con este panorama es normal que estemos abocados al descenso a segunda, otra vez. Y encima los aficionados tampoco ayudan a que la cosa cambie, allí había tanto xerecistas como sevillistas, y más los últimos que los primeros fueron los que montaron la bulla.

Entre la mala organización y la falta de civismo que tiene la gente, parece que la cosa no tiende a cambiar mucho y en solo un mes y poco el Barça estará en Jerez, ¿qué pasará entonces?

Romanticismo en clave de comedia

Chica conoce al “hombre perfecto” y se enamora de él. Chico insensible, bruto y terriblemente sexy le da consejos a la chica sobre cómo ligarse al perfect man... Sí, obviamente es el argumento no de una sino de dos películas de reciente estreno en los cines.

Hoy día las relaciones de pareja han acabado por sintetizarse en comedias románticas donde enseñan a las mujeres que el hombre perfecto no existe y que una siempre acaba enamorándose de los chicos que les dan caña, pero tambien enseñan que esos macho men también tienen su corazoncito y acaban por caer en las redes de las chicas.

‘La cruda realidad’ hace reír como hacia tiempo que no lo hacía, de esa risa tonta que brota del interior ante las sandeces que dicen en la película. La doctora Stevens de Anatomía de Grey (Katherine Heigl) está opositando claramente a la corona de “la novia de América” tal y como en su día ya la obstentaron Julia Roberts, Meg Ryan o Sandra Bullock. Eso sí, Heigel tendrá que competir con esa ristra de jóvenes actrices que buscan la fama por papeles de chicas bobas y enamoradizas. ‘¿Qué les pasa a los hombres?’, es otro ejemplo de estas películas, aunque con un gran elenco de actores consagrados.

Ambas películas me han sorprendido gratamente cuando las vi, la más reciente 'La cruda realidad’ con la que me reí a carcajadas ayer. Aunque una trata de negarlo, de vez en cuando viene bien reirse de lo absurdo, porque reconozcamolos tras esa fachada de intelectuales también tenemos nuestro lado pícaro y romanticón, esas películas nos vienen al pelo.

Los ojos hablan

Hay películas que simplemente no se pueden describir, por mucho que una intente buscarle una calificación, que intente hacer una crítica justa, a veces las palabras sobran, porque lo único que le viene a una a la mente es "genial". Pienso otros adjetivos y me quedo en blanco, como anoche. Campanella vuelve a hacer lo que sabe, sumergirnos en el mundo de sus personajes, de sus pasiones, en esta ocasión: de sus ojos...

'El secreto de sus ojos' reúne una vez más a dos actores argentinos de altura: Ricardo Darín (que ya de por sí es clave del éxito de muchas cintas) y Soledad Villamil. Ambos ya compartieron protagonismo y relación en la ficción en la película más que recomendable 'El mismo amor, la misma lluvia' (segunda parte de la "trilogía" de Campanella que comenzó con 'El hijo de la novia').

La nueva película de Juan José Campanella no defrauda; el humor y la ironía argentina están presente en cada escena de la película, para que el espectador lleve de manera más liviana la trágica historia que se cuenta en la cinta. El secreto de esta película está en sus ojos, en los de todos sus personajes y en los profundamente azules de Darín.

Pero a esta idílica noche, hay que ponerle un 'pero': La banda sonora. Es triste que una película de este calibre se vea tan perjudicada por una musiquilla molesta que suena a cada rato, con diferentes sonidos y timbres. Y no, no estoy hablando de la música que acompaña a la película porque esa sí merece la pena escucharse. Me refiero a los tonos, politonos y melodías varias de esos móviles que la gente no ha aprendido aun a desconectar. A pesar de los dos o tres anuncios que piden al espectador que apague sus teléfonos móviles para que todos puedan disfrutar de la película por igual, la gente no asimila ese dato. Anoche, sonaron en la sala más de 6 móviles; alguno se me escaparía porque yo cuando veo una película que me gusta me concentro en ella, pero aún así esa molesta musiquilla hace que una abandone esa sensación de embaucación para volver a la realidad. Si el viernes todos aplaudían el premio Principe de Asturias al padre del móvil, ayer me acordé de él y de su inventito.

No entiendo esa triste manía de ir al cine y no quitarle (al menos) el sonido al teléfono móvil. Hay que mantener ese respeto por el prójimo y entender que eso es molesto, ruidoso y destestable, y lo peor es contestar estando dentro. Si la llamada es urgente, nadie dirá nada porque uno se salga fuera a responder, sino, ¿para qué están los mensajes de texto?

En fin, fue el único pero de una noche estupenda, en la que todos los presentes pudimos disfrutar de una gran película, el regreso del tamdem Campanella-Darín. ¡No se la pierda!

Saw VI no apta ni para adultos

Elpaís.com se hacía eco esta mañana en su web de la decisión del Ministerio de Cultura a prohibir la película Saw VI en las salas, este viernes. Según cuenta este medio, "la Comisión Calificatoria del Ministerio de Cultura le otorgó la calificación X, que reciben, según la Ley, "las películas de carácter pornográfico o que realicen apología de la violencia". Es la primera vez en España que esa X recae en un filme por el apartado "violencia". Y eso significa que sólo se puede estrenar en cines X: en España hay ocho".

Que la saga de Saw es sangrienta ya se sabía desde que se estrenase la primera hace ya algunos años. Sin duda, en cada película se aumentaba el gore, más sangre, más violento, más despiadado... pero siempre enganchaba a los amantes de este cine. Año tras año, Puzzle crea sus acertijos con más ganas de muerte y la sexta parte no es una excepción.

A pesar de que el estreno de esta peli corre peligro, la distribuidora BuenaVista ha dicho que recurrirá esta decisión, para que la película reciba la calificación de "no recomendada para menores de 18 años".

¡Qué bonito...!

Por fin llegó el momento soñado. 7 partidos le ha costado al Xerez Deportivo lograr los 3 puntos, esos tan ansiados para dejar de ser colistas. No abandonan el farolillo rojo, pero al menos ya sueñan con que todo es posible.

Hoy el Xerez se ha enfrentado a su rival más directo, el Villarreal, y a base de casta y corazón ha logrado la victoria por 2 a 1. ¿Que podría haber jugado mejor? posiblemente. ¿Qué el Villarreal ha jugado mejor? Seguro, pero aun así el Xerez ha tenido eso que tanto le ha faltado en los partidos anteriores: fortuna. Porque hay que tener mucha suerte para que estando solo frente al portero, Nilman lance, dé en el poste, se pasee por la línea de gol y salga fuera.

El Villarreal se adelantó primero, con un gol de propio Pires en el minuto 17. En ese momento, el xerecismo temió que su equipo se echara para atrás, como pasó en partidos anteriores y acabara perdiendo, sin embargo, el Xerez nunca bajó los brazos, y a la salida de un córner Mario Bermejo remató en el primer palo a gol. El primero para él en primera división y el segundo para el equipo. El Xerez empataba así el encuentro a poco de llegar al descanso. La segunda parte comenzó con oportunidades para ambos equipos que se jugaban el todo por el todo. Sin embargo, la moneda estaba hoy de cara para el Xerez.

En el minuto 69, Ziganda metió en el campo a Antoñito por Bermejo, delantero por delantero. La hinchada pitó el cambio, pero no porque no quisieran que se fuera el nueve del Xerez como decían algunos por la radio, sino porque la afición quiere ver a su equipo llendo a por todas con dos delanteros. Aun así el cambio fue bueno y Antoñito, ese jugador de toque, demostró que necesita minutos para desplegar toda la calidad que tiene en sus botas. En el minuto 79, un mal despeje de Diego López (vaya cómo está de mal el portero de la selección) que golpeó en el codo (¡¡en el codo, no en la mano señores!!) de Carlos Calvo, cayó rechazado a Antoñito, que demostrando una vez más que es apto para este equipo, levantó el balón por encima del portero y marcó el gol de la victoria del Xerez. En ese momento, el Estadio era una fiesta, y aunque el Villarreal no bajó los brazos y peleó el empate, hoy la victoria estaba en el bando azulino, en un equipo que lo necesitaba, en una ciudad que lo esperaba.

El Xerez ya no es colista, se sitúa el 18 en la tabla y la semana que viene viaja a Tenerife para abandonar la zona de descenso. En Jerez, todo el mundo tiene hoy una canción en mente, en homenaje a un gran jugador que se merece más confianza de la que está recibiendo. Y como canta Chapín: ¡Qué bonito, qué bonito, son los goles de Antoñito!

Por decir algo

Octubre está ya en su ecuador. Con él, muchos han vuelto a la rutina, de las clases, de los trabajos, de la búsqueda de la felicidad. Sin embargo esto último es lo más fácil de encontrar. Esos momentos que te harán sonreir en un futuro, aquellas pequeñas cosas que cantaba Serrat aparecen como por arte de magia para inundar de dicha nuestro ser. No intento dogmatizar a nadie, ¡¡Dios me libre!! sólo debemos estar abiertos a las cosas buenas que nos trae la vida. A veces esas cosas se traducen en detalles tan simples como una llamada de teléfono, un email o una visita añorada. Todo vale, la felicidad es eso, las cosas que hacen que la vida valga la pena (como la película).

Divago, y esta entrada apenas tiene sentido, pero vivo un momento de euforia deportiva (no porque el Xerez gane partidos porque eso aun lo estamos intentando) sino porque la enfermedad de uno, beneficia a otro, en este caso a mí. Chapín ya no es terreno desconocido y aunque este viaje por el mundo del fútbol tiene fecha de caducidad, una no puede evitar soñar con que algún día ese será su trabajo.

Otros encuentran nuevas expectativas por cumplir, en banda sonora original pero demostrando su valía. Todos descubrimos nuestra meta paso a paso, siguiendo ese camino de baldosas amarillas que empezamos a recorrer juntos hace 5 años. Sabemos que cada vez queda menos para llegar a OZ, el destino final de nuestro viaje, eso sí, aunque nuestros trenes se hayan separado en vías diferentes, nuestros caminos siguen andando en paralelo, siempre, pendientes a lo que pase en el vagón de al lado. Después de todo lo vivido, ¿cómo vas a olvidar todo el tiempo pasado?, aunque nuestros trenes avancen a más velocidad, siempre nos encontraremos en el siguiente cruce.

¿Quién no querría volver?

El sol brilla con fuerza. Dentro hace frío y fuera una calor que echaría para atrás hasta al más fuerte. Eso es aquí, en el sur. Pero, ¿qué pasa más en el norte, No mucho más allá, pasando el Mar Cantábrico, en esas islas que son de Europa pero que van por libre casi?...

Allí, que el sol brille es todo un acontecimiento, y si se dan dos días seguidos de buen tiempo..., muchos de sus ciudadanos aprovechan esos ratos para "echarse al campo", disfrutar del aire libre y pasear por parques emblemáticos como Hyde Park.

Londres (esa es la ciudad de la que escribo) provoca sentimientos contrapuestos: o te fascina o te horribiliza. Los ingleses no son simpáticos, eso lo sabe mucha gente, pero aun así la ciudad no deja indiferente a nadie. Cuna del anglicanismo y del parlamentarismo, en sus calles quedan vestigios de épocas pasadas, pero también hay síntomas de la modernidad, del cambio que embulle a su ciudad año tras año.

Fueron las mejores tres semanas de mi vida (fuera de España), 19 días en los que paseé y me enamoré de la ciudad más impresionante del mundo. Añoro sus calles, su ambiente multirracial, ¡su frío!, y todo lo que no pude descubrir en esos días, lo que se quedó en mi tintero a la espera de un bis.

Nada malo puedo decir de esa ciudad porque estoy cautivada por ella, tanto que envidio a los que ahora están allí, caminando por las mismas calles que hace dos años yo recorría. Justamente dos años, ese es el tiempo que ha pasado desde que estuve allí. Hoy, llevaría ya casi una semana en Londres, y esa misma noche nos iríamos de fiesta al Zoo Bar, a bailar y beber y disfrutar de la vida nocturna londinense. Dos años hace que visité aquel país que a tantas personas acaba decepcionando, a mí por suerte no me pasó. Y de ese viaje me quedaron uno de esos recuerdos imborrables que nunca me abandonarán; eso y un par de cosas más.

A los que están ahora allí: disfrutad al máximo porque cuando menos te lo esperes ya será el día de volverse. A los que soñamos con regresar: pronto llegará nuestro momento, no desespereis, porque quien ha probado el sabor de Londres, quien se ha sumergido en sus barrios, paseado por el mercado de Camdem y comido una empanada argentina, quien ha visto -en exclusiva- a la araña gigante, el water de Duchamp y la esfingie gigante, quien ha disfrutado de una capoera en la plaza de Trafalgar y perseguido a un cisne por Hyde park, quien ha visitado religiosamente todos los días el Eros de Piccadilly Circus, ¿cómo no puede desear poder volver?

London is my town... See you!!