lunes, 24 de febrero de 2014

Jordi Évole la lía con su Operación Palace

Hace muchos años, un periodista atrevido colapsó a un país entero con su "Guerra de los mundos". Orson Welles relató como si estuviera sucediendo, un ataque alienígena. Los americanos se lo creyeron todo, entrando en pánico. Era novedoso. Lo que ayer intentó hacer Jordi Évole en La Sexta con su "Operación Palace" fue una burda imitación. En un formato de (falso) documental, Évole nos presentó la hipótesis de que el golpe de Estado del 23F fue una conspiración, una artimaña ideada por los dirigentes de la época, con el conocimiento de toda la Cámara de los diputados y dirigido por ¡¡Garci!! 

Como ciudadana me sentí muy decepcionada. Vi esa "mentira" pensando que realmente se había descubierto algo sobre el 23F que no se había contado aún; e incluso me creí los primeros diez- quince minutos. Pero poco a poco empiezas a racionalizar la situación y te das cuenta que ese montaje más que Garci debería haberlo dirigido Berlanga; y recuerdas a Orson Welles y entonces despiertas de esa burbuja en la que Évole te había introducido. En el momento en que la ilusión se rompe, el experimento falla. Porque eso es lo que el director de Salvados estaba intentando: experimentar. Enseñarnos que hoy día el telespectador es capaz de creerse casi cualquier cosa que vea en televisión, a la vez que denunciaba que treinta años después aun no se sepa casi nada de lo que realmente pasó esa fatídica noche. (Bien)

La premisa presentada por Évole no era mala, incluso llegado el caso, uno podría creerse esa teoría de la conspiración, sin embargo la historia tenía ya pasado medio programa tintes humorísticos, como el hecho de que Fraga "tuviera hambre" o simplemente que Jose Luis Garci dirigiera esa historia y luego hiciese guiños en su oscarizada "Volver a empezar". Errores aparte, podría haberme creído esta historia si fuera cierta, ya que en mi día a día soy de las que piensan que el mayor beneficiado del 23F fue el Rey don Juan Carlos y la monarquía. Ya han pasado treinta años, ya es tiempo de dejar de "agradecerle" al monarca que nos "salvara". 

También quiero pensar que Felipe González no apareció ayer en el falso documental, porque pensó que era un tema demasiado complejo como para experimentar con él. Muchas personas de izquierdas esa noche vivieron una pesadilla. Mi abuela estaba en esos días visitando a la familia en Zaragoza, mientras mi abuelo y sus hijas estaban en Jerez; mi abuela siempre me cuenta cuánto lloraba mi abuelo al pensar que nunca más volvería a ver a su esposa. Mis padres, por otro lado, siempre me cuentan que esa noche se deshicieron de decenas de panfletos, temerosos de que alguien viniera a por mi padre, activista apuntado en listas negras... y eso no es un tema con el que jugar y bromear. 

Como ciudadana y periodista estoy decepcionada. Este experimento es inédito en España, sí, pero no lo es en el mundo. Orson Welles y su Guerra de los mundos fue el original y nunca podrá repetirse algo así, porque la ciudadanía ya sabe que hay precedentes. Jordi Évole intentó sorprender, intentó hacernos creer su historia, pero a lo largo del programa dejó pistas de que su documental no lo era tanto. Con 'Operación Palace', Jordi Évole ha conseguido que una vez más se hable de él, pero esta vez mal en su mayoría. 

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