domingo, 24 de octubre de 2010

A la caza del León...

A estas alturas una está más que acostumbrada a lidiar con las (consabidas) preguntas abuelires que tratan de extraer un comentario positivo a su "¿Y tú no tienes novio?". La respuesta a tan inoportuna pregunta siempre es la misma, ¡¡qué se le va a hacer!!... y aunque las abuelas -tan deseosas de ver desposadas como Dios manda a sus tiernas nietas- se preocupen al creer que no les dará tiempo a ver otra boda más en la familia, la verdad es que los miedos son sólo eso.

La soltería es un estado natural. De hecho, cuando nacemos no venimos con un novio bajo el brazo... y si es así, al mío me lo robaron en la sala de partos. El problema es que aún hay personas que piensan que la mujer no puede vivir sola, que necesita de una presencia masculina para estar mejor. Es cierto que un hombre siempre otorga cierta tranquilidad y estabilidad pero bueno, tampoco es tan malo ser soltera a los casi treinta.

Todo esto no viene porque hoy me haya levantado pensando en las virtudes de la soltería - que las tiene al igual que inconvenientes, dicho sea de paso-, sino por la columna que Elvira Lindo publica hoy en El País. En ella habla sobre la mujer hace 40 años y su búsqueda del marido ideal; pero también viene por Leire Pajín y Bibiana Aído. La primera por los insultos desacertados vertidos por el alcalde de Valladolid, y la segunda porque con dichas declaraciones se pone de manifiesto por qué necesitaba este país un ministerio de Igualdad. Perdóneme usted, pero la mujer no es un objeto, no son sólo "unos morritos", somos más que eso y a veces hasta mejores que hombres como usted, señor León de la Riva.

Las mujeres - por norma- cobramos menos en nuestros trabajos, sacrificamos más que los hombres y por ende, también perdemos más. A la hora de buscar trabajo, hay empresarios que prefieren contratar a hombres en lugar de a mujeres pues los primeros no pueden quedarse embarazados, y... ¿de quién es la culpa? digamos que de La Madre Naturaleza.

Esto no da para más. La igualdad entre hombres y mujeres llegará algún día. Al igual que nuestros padres lucharon para obtener ese preciado derecho al voto que hoy día tantos jóvenes infravaloran, nosotros lograremos -con mucha lucha- que la segregación entre ambos sexos deje de existir.

Abuela, ser soltera en pleno siglo XXI no es malo; la mujer no está condenada a vagar soltera por no tener a un hombre a su lado. Todo llega, pero antes hay que acabar con los insultos gratuitos contra el género femenino.

5 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

Buena reflexión. Me has recordado al libro 'Solas' de Carmen Alborch

Anónimo dijo...

Yo también soy soltero de nacimiento. (y lo que me queda, si Dios lo permite.)

CDiazPines dijo...

Amiga María José, siempre he defendido que unas de las innumerables trampas que nos tienden a las mujeres, casi desde la cuna, son la de los afectos y la de la maternidad.
Ambas pueden ser complementos de una vida, pero voluntariamente asumidas y no por obligación.
Es más pienso que si no establecemos una verdadera educación afectivo-sexual entre las adolescentes, seguiremos viendo legiones de mujeres que se sentirán frustradas si no tienen un hombre al lado o si no tienen descendencia, aunque hayan descubierto la vacuna del SIDA, la curación del cáncer o hayan escrito la novela del siglo...

María José Romero dijo...

Lo que sí está claro, Cristina, es que la mujer ha logrado más independencia de la que tenía antes (véase la columna de Elvira Lindo), así que al menos algo hemos mejorado :)
Curiosamente Alfonso, teníamos ese libro que comentas en casa, pero al final no me lo leí nunca, ya es demasiado tarde, no lo tenemos.
Alejandro, no pierdas la fe, por suerte aun somos jóvenes ;) nos queda tiempo, aunque mi abuela me decía hoy que no vería nacer a sus bisnietos... :S

Anónimo dijo...

Creo que falta retocar algunos pequeños detalles al post para acordarse de todas las mujeres, me refiero a incluir a las que no tienen novia.

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