lunes, 19 de julio de 2010

...Los becarios son para el verano...

Ya estamos inmersos en el verano, y para los recién licenciados o los estudiantes de todas las carreras de España, comienzan los periodos de prácticas diseñados para "aprender" y "coger experiencia".

Los becarios de Periodismo viven explotados en la mayoría de los medios de comunicación en los que deciden entrar para "aprender" eso que no se enseña en las universidades. Los mass media aprovechando el filón que supone tener a un par de becarios "de gratis" en vez de a un redactor bien pagado, hacen su agosto dando falsas ilusiones a los ilusos becarios que sólo buscan demostrar que pueden ser uno más en la plantilla.

La vida de un becario en un medio de comunicación pasa por trabajar las mismas horas que un periodista en nómina, hacer su mismo trabajo (en la gran mayoría de los medios) y hacerlo todo por "amor a su profesión", es decir, sin percibir un euro. Aunque también está la otra opción, que es trabajar lo mismo y cobrar la mísera cantidad de 200 euros; "ayuda al estudio" que lo llaman algunos.

Ante esta situación son muchos los que reflexionan sobre el papel de los becarios en los medios de comunicación. El periodista José Sanclemente lo ha hecho en su blog "Entre medios". A continuación transcribo su artículo para interés del lector:


La becaria (por José Sanclemente)
Pongamos que la becaria tiene nombre. La llamaremos Anna. Acabó sus estudios de periodismo audiovisual con buenas notas, como muchas otras becarias. La universidad hizo un convenio con una gran cadena de televisión y allí la acogieron por tres meses, sin sueldo. Luego, haciendo una medio trampa con el master de post grado que cursó , le renovaron el contrato otros tres meses a 200 euros por mes, justo para pagar el transporte diario hasta la redacción de deportes de la cadena dónde trabajaba. Desde el principio Anna tuvo que lidiar con una jornada de más de 10 horas. Es lo que tiene la información deportiva, le dijeron. Sábados y domingos también debería comparecer , es lo que tiene el futbol le dijo su "jefe".

Anna cogió el micrófono a los pocos días para lidiar un directo en medio de los holligans que se manifestaban en la plaza de canaletas, cubrió ruedas de prensa a la semana, entrevistó a personajes del deporte al cabo de un mes y , desde el principio se tragó resúmenes interminables de la "segunda división" que tenía que seleccionar y montar. Horas sobre horas acumuladas dónde las prácticas se hicieron con fuego real. Dónde, a pesar de los ritmos endiablados, los horarios interminables , los fallos y aciertos , las broncas y las felicitaciones, Anna, la becaria, trabajaba con ilusión pensando en acceder , al final del esfuerzo, a un puesto fijo de redactora en la televisión. Nadie le enseñó . Era más práctico que sus prácticas tuvieran una productividad desde el inicio. Quedaban quince días para el vencimiento de su contrato como becaria. Nadie le decía si le iban a renovar. Ella tenía miedo de preguntar. Le debían tres meses a 200 euros el mes. Problemas administrativos solamente. Su jefe, un todoterreno curtido en la radio de los 90 y en la tele del nuevo siglo, desviaba la conversación encargándole más trabajo.

Dos días antes del vencimiento de su contrato le dijeron que lamentablemente no le iban a renovar. Su puesto sería cubierto por otra becaria. Es verano y miles de periodistas recién licenciados están dispuestos a "aprender" gratuitamente en una televisión , en una radio o en un periódico.

"Que te vaya muy bien, te recomendaremos"

"Estamos muy contentos contigo". "Lo has hecho estupendamente". "Te recomendaremos". "Dejas un vacío imposible de llenar". "Te vamos a echar de menos"....

Anna recogió sus cosas y , saliendo del majestuoso edificio de la cadena de televisión, alzó la vista hacia la gigantesca pantalla de leds, colgada de la fachada, que transmitía imágenes de fútbol que acaba de seleccionar hacía unas horas. Entristecida pensó que esa noche no volvería a su casa temprano. Llamó a los amigos para cenar y tomar algo. En su bolso una carta de recomendación y los últimos 600 euros por tres meses de trabajo.

Anna, la becaria, trabaja ahora en un chiringuito de la playa sirviendo copas. Tiene que ahorrar para pagarse sus gastos. No hará vacaciones, piensa que en septiembre volverá a enviar decenas de curriculums a otros tantos medios adjuntando la recomendación de la empresa que no fue capaz de hacerla redactora mileurista.


EN ESPAÑA MÁS DE 5.000 BECARIOS QUE TRABAJAN EN LOS DIFERENTES MEDIOS DE COMUNICACIÓN NO TENDRÁN POSIBILIDAD DE SER CONTRATADOS NI FIJOS NI EVENTUALES CUANDO ACABEN SUS PRACTICAS.

3 comentarios:

...ॐ Rubi ॐ... dijo...

...Vivimos en un país de "vergüenza laboral"...donde jóvenes preparados son utilizados con la eterna excusa de la "necesidad de experiencia", realizando tareas no solo igualitarias a los trabajadores de plantilla, sino en algunos casos superiores...luchando contra viento y marea por un hueco digno...trabajando muchas horas, durmiendo pocas, y cobrando nada...

Y lo más triste, es que si no estas conforme con las "condiciones" de tu maravilloso trabajo, te dan una palmadita en la espalda, y levantan el telefono, porque detrás de esa línea habrá 2.000 personas más deseando comenzar, incluso, en condiciones más precarias que tú...

De esta situación es de la que se aprovechan las empresas...porque para ellas no somos personas...si no un simple número en una lista de espera...

He dicho.

Fernando dijo...

Pues sí, están las cosas de una manera en este campo que encima hay que dar gracias si cobras una pequeña beca por el trabajo realizado en unas prácticas. Hasta que nadie de arriba tome cartas en el asunto, a las empresas siempre les saldrá más rentable ver pasar decenas de becarios unos detrás de otros antes que contratar a nadie, de modo que los contratos seguirán siendo tan apetitosos y tan difíciles de conseguir para un joven licenciado en Periodismo como un premio gordo de lotería. Y encima, con estas prácticas no se cotiza, de modo que los que no hayan hecho nada más que prácticas no tienen vida laboral (o mejor dicho, la que tienen es negativa), así que ni soñar pueden con cobrar subsidio de paro cuando de verdad no están trabajando.
En fin, me he encontrado con esta entrada y ya he aprovechado para comentar el tema que tratas, pero en realidad hoy especialmente había entrado en este blog para felicitarte por su primer aniversario. ¡Hoy hace un año de que nos anunciaste su alumbramiento!, je je. El balance de este año no puede dejar de ser positivo: casi 5.000 visitas en doce meses, no es poca cosa, ¿eh? Así que ya sabes, a seguir adelante con él, no lo dejes, que tienes todavía en la recámara muchísimos buenos textos por escribir y por enseñarnos, y en los próximos meses seguro que vivirás experiencias muy interesantes sobre las que reflexionar y dar pie incluso a la imaginación. Estaremos pendientes de leerlas. ¡A por otras cinco mil visitas!

María José Romero dijo...

La mejora de los becarios pasa por eliminar ese calificativo ya tan asumido al "estudiante que lo hace todo pero no cobra nada"... Hasta que todos los becarios del mundo se unan en contra de esto... o hasta que desde ahí arriba se prohíba tener gente sin cobrar ni asegurar... me parece que la lucha está perdida... aún así, la indignación ante la situación queda patente...

Digo yo también.

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