miércoles, 11 de agosto de 2010

Recuerdos del pasado


La verdad es que con los años la imagen se ha difuminado hasta tal punto que no recuerdo qué fue primero, si Tom Cruise o mi Baby Fever. Lo que sí recuerdo es quererlo mucho, a los dos, durante mi tierna infancia.

A finales de los 80, Tom Cruise se convertía poco a poco en una prometedora estrella del celuloide. Mi primera experiencia cinematográfica con él fue viendo Legend -esa película de la que pocos se acuerdan-; luego llegó Cocktail, todo un boom, y apareció en escena Brian, mi Baby Fever, pelirrojo de ojos claros - no logro recordar si verdes o azules-, con su pichi verde y su cuerpecito de trapo. Era mi niñito, mi juguete preferido, mi "Buddy".

Lo cuidé todo lo que una niña de 8 años puede cuidar a su muñeco. Y al igual que Andy, me iba haciendo mayor, pero Brian seguía a mi lado. Luego llegó la universidad y con ella, el desastre. Me marché a Málaga confiando en que a mi vuelta Brian siguiera en casa, esperándome; sin embargo, el destino me traía una sorpresa desagradable. A mi regreso Brian no estaba...

Desapareció de la noche a la mañana. Nadie supo decirme dónde estaba. Pregunté y pregunté, pero ya era demasiado tarde. Después de tantos años, sólo lamento que Brian no hubiera tenido la capacidad de Buddy y Buzz para volver al lado de Andy. Mi juguete preferido de la infancia, ese que pensaba conservar de por vida, desapareció de mi lado y nunca volvió.

Sólo espero que al menos encontrara otra niñita que lo quisiera tanto como yo.

¡Hasta siempre, Brian!


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