Da gusto ver como uno de los mensajeros de Dios se preocupa por lo que realmente importa en esta vida: El aborto, la eutanasia y el matrimonio gay. Dí que sí Benedicto, teniendo estos problemas en el mundo que más da el paro, el hambre, la crisis...
En su intento por seguir adoctrinando, el Papa que este pasado 12 de diciembre ya dio sus primeros escarceos en Twitter con su perfil @Pontifex el cual no ha dejado indiferente a nadie con su "bendición para todos".
Lo que parece irreal es que el Papa siga escudándose en consignas y doctrinas más antiguas que él mismo y siga sin mirar hacia adelante ni integrarse en los nuevos tiempos. Estamos en el siglo 21, las personas del mismo sexo pueden -y deberían- casarse sin necesidad de que existiera una ley exclusiva para ello. La eutanasia debería ser un derecho del paciente y la familia y no perseguirse al que ayuda a esas personas a no prolongar más su sufrimiento, y el aborto... pues el aborto es libre y debería ser decisión de la mujer y su pareja. Pero para el Papa estas tres cuestiones son las que afectan al establecimiento de la paz, y se siente con ganas de hablar de crisis financiera cuando él en el Vaticano posee incontables riquezas y hasta un mini país para él solo.
Antes de que alguien se lo cuestione, sí, he tenido una infancia cristiana, he hecho la comunión y durante muchos, muchos años, estuve en grupo de jóvenes en mi parroquia, pero no era ni mucho menos una "hooligan" de la Iglesia. De hecho bastó una visita al Vaticano para que mi fe en la Iglesia se tambaleara. Nadie que dice representar a Dios en la tierra y ser discípulo de Jesús, un pobre hijo de un carpintero, puede vivir entre tanto lujo y despropósito.
Las palabras del Papa son desafortunadas y desmedidas, y por cosas como esas son por las que no comulgo con la institución que es la Iglesia.
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