martes, 1 de enero de 2013

Feliz 2013

El Año Nuevo no puede empezar de otra forma. Es una tradición que se repite cada día 1 de enero: ver el concierto de Año Nuevo en Viena mientras preparamos la comida. Creo que pasarán años y seguiré haciéndolo porque ese hecho me recuerda a mi padre, sentado en el sofá, delante de la tele disfrutando de este concierto. Uno de sus sueños es estar ahí y vivirlos en directo, ojalá alguna vez pudiera darle esa satisfacción. 

Pero mientras los sueños se difuminan durante el resto del año, hay que empezar este 2013 pensando que traerá cosas buenas. Trabajo, salud, amor, deseos típicos que se van cumpliendo en mayor o menor medida. Algunos pasarán otros quedarán pendientes para el 2014, mientras, a disfrutar de lo que se nos presenta por delante.   

 

No hay comentarios:

No al cierre de webs