domingo, 28 de octubre de 2012

Sin palabras... Maribel Verdú


Hacía mucho que no disfrutaba y me reía tanto con una obra de teatro en el Villamarta de Jerez. Sin duda, "El tipo de al lado" es de las mejores obras que he visto pasar por el teatro jerezano, y no porque en ella actúe una estupendísima Maribel Verdú, sino porque la obra, en la hora y media que dura está plagada de diálogos desternillantes, comentarios sarcásticos y situaciones divertidas.

No voy a hacer una crítica extensa de la obra. Me ha gustado, sin más. Me he divertido, la he disfrutado. Los actores han estado sobresalientes en sus actuaciones. Antonio Molero en su papel de "gañán" es más que creíble, hasta el punto de casi parece que él es así siempre; y la bibliotecaria seria pero con un ataque de ovarios deseosos de pasión, Maribel Verdú, está fantástica. Cuando los actores son buenos y el libreto es el adecuado, es difícil que una obra falle en su éxito, y esta desde luego no falla.

A punto estuve de no ver esta obra de teatro porque no tenía con quien verla en un principio. Por suerte tengo una amiga con la que siempre puedo contar si es para ir al teatro y sobre todo si es para ver a Maribel Verdú. Cuando le conté que "la Verdú" venía a Jerez apenas tardamos cinco minutos en decidir que no nos la perderíamos. Era imposible dejar pasar esta oportunidad de disfrutar con la capacidad teatral de Maribel Verdú y Antonio Molero, fantástico en su papel y muy muy divertido.


Todo lo que diga de más sonará pedante. Pero encontrarse cara a cara con dos actores de tanto nivel e incluso de reconocimiento internacional como es el caso de Maribel Verdú, impone demasiado. Los cinco minutos que he compartido con estos dos actores ha sido un sueño. Nerviosa, temblando y sin apenas pronunciar una palabra salvo para pedir una foto, porque para mí Maribel Verdú es una de las mejores actrices que tiene el cine español. La estanquera de Vallecas, la tuerca en La Buena Estrella, Belle Epoque, Siete mesas de billar francés, Los girasoles ciegos, Y tú mamá también, El laberinto del fauno, y el falso trailer ideado por Leonor Watling "Los sueños de Ulma", son solo algunos de los trabajos de esta enorme actriz con la que he disfrutado desde que tengo uso de razón. 

Siempre lo he dicho y siempre lo diré: Maribel Verdú es una gran actriz y no tiene nada que envidiarle a otras actrices del panorama internacional. Por eso este encuentro para mí es irrepetible, sólo comparable al día en que conocí a Leonor Watling, otra actriz a la que admiro desde casi sus comienzos. Ya sólo me queda una para completar mi "trío" de actrices predilectas. Ya, de esta noche, sólo quedan para el recuerdo estas fotos. 


Y aunque Maribel Verdú ocupe casi todo este escrito, debo destacar la magnífica actuación de Antonio Molero. Embutido en unos jeans y una camisa de cuadros, representa a la perfección su papel de ganadero solitario, al que le cae mal la "paliducha", aunque sólo al principio. Molero se pone a la altura de Verdú y hace el tándem perfecto en esta obra que no hay que perderse. 

Sinopsis
- ¿Has leído algo bueno últimamente?
- Schopenhauer. ¿Y tú?
- Guía de la cría de ganado vacuno. Salud, manejo y reproducción.
- La visión del mundo que tiene Schopenhauer es brutal.
- Y en la guía vienen unas vacas que ni te cuento.

No es un diálogo de besugos. Al contrario. Los que hablan son dos seres adultos. Y sensatos. Cada uno con ganas del otro. Con necesidad del otro. Pero con enormes diferencias entre los dos. De planetas distintos. Cuando la distancia es tan grande, solo cabe construir un puente o precipitarse al abismo. Y, puestos en la disyuntiva, siempre es mejor reír de amor que morir de amor.

Lo que van a ver es la adaptación teatral de una novela que ha alcanzado millones de lectores en todo el mundo y en todos los idiomas. Una historia sencilla en apariencia, tierna en apariencia, divertida en apariencia, pero que oculta cargas de profundidad de explosión incontrolada y alcance insospechado.

Y antes de que empiece el espectáculo, una única pregunta (o dos):
¿Se puede encontrar el amor en un cementerio?
Más aún: ¿se puede encontrar el humor en un cementerio?

La respuesta, en la última frase de la función. Justo en la última.

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