jueves, 14 de junio de 2012

Guerra contra el Huffington Post



¿Por qué cuesta tanto en el mundo del Periodismo de alegrarse de los logros de los compañeros? La periodista Montserrat Domínguez ha estrenado medio digital: el Huffington Post, un espacio en el que se recogen informaciones de otros medios, pero también propias. 

Desde el portal web (también eres un medio digital Javier) cuartopoder.es se criticó el nacimiento de este nuevo periódico. Javier Pérez Albéniz le dedicó un artículo de opinión bastante ofensivo, donde al final simplemente decía "Les deseo lo peor, que será lo mejor para el periodismo". Tras esas duras palabras en las que también se decía que el Huffington Post estaba formado por "blogueros esquiroles", Domínguez ha respondido con una carta que transcribo literal a continuación. 

Pero antes una reflexión. ¿No será que el Periodismo se hunde porque somos incapaces de apoyarnos los unos a los otros, porque falta compañerismo?


Carta de Montserrat Domínguez en respuesta al artículo de Javier Pérez de Albéniz

Estimado Javier,

No puedo dejar de responder a tu último artículo en cuartopoder.es porque en él viertes tantos insultos y descalificaciones, y demuestras tan poco conocimiento del medio en el que llevas tiempo ganándote la vida, que a mí, que soy una recién llegada, no me dejas otra opción que señalar la cantidad de incoherencias que destilas en él.

Nos llamas “basura sensacionalista”, “burdo montaje”, nos acusas de contribuir al hundimiento de la profesión, de “robar noticias a periodistas de verdad” y de anular el sentido crítico de los lectores, además de llamar “obsoletos” a los periodistas que creen que es posible el periodismo sin papel. Dices que El Huffpost es lo peor que le podría pasar al periodismo. Y además, dices algo que me cabrea especialmente: llamas “esquiroles” a los blogueros que escriben en el Huffpost, porque no cobran como tú.

Nosotros no robamos noticias. Al igual que tú -que en el blog enlazas en siete ocasiones a El Huffington Post y una a El Confidencial- enlazamos a las noticias, entrevistas, videos o artículos de opinión que nos parecen más interesantes de la web, y por tanto invitamos a los lectores a que entren en otros medios. Los especialistas en audiencias nos dicen que no es una buena idea, porque transfieres tus lectores a otros medios de la competencia, pero nos parece una manera transparente y elegante de reconocer el trabajo que hacen otros colegas y otros medios. En vez de fusilar y apropiarnos de lo que dicen, les invitamos a conocer la fuente original, y a entrar en cuartopoder, en El Mundo, en El País o en Vanity Fair, por citar sólo algunos de los medios en los que colaboras o has colaborado. Quienes allí escriben no sienten que les estamos robando, porque ya conocen algo que tú pareces ignorar, que es la fuerza de la nueva economía en red, la de los enlaces.

La gratuidad de los medios -como en el que tú escribes- y su impacto sobre el negocio tradicional que sustenta el periodismo es un gran debate ahora mismo. Pero sentenciar la muerte del periodismo por la irrupción de internet es pretencioso, y además falso. Nuestra profesión pasa por momentos muy complicados porque tiene que adaptarse a una revolución tecnológica sin precedentes, pero los que exploran nuevas fórmulas acabarán por encontrar el camino. Otros prefieren llorar como plañideras por lo que fue y ya no es, mientras esperan con fruición la hora del entierro para poder decir: “¿Lo ves? ¡Si ya te lo decía yo!”

Y si te resulta preocupante la gratuidad, ¿qué problema tienes entonces con la publicidad? Me resulta chocante que desprecies a nuestros blogueros porque su texto aparezca entre anuncios de coches, cuando a ti no parece molestarte que tu blog aparezca entre anuncios de entidades bancarias y grandes eléctricas. Aclárate, Javier.

Veo que has prestado una atención especial a las noticias sobre Madonna y su pecho al aire, las de los gatitos y animales, el post de Boris Izaguirre y los blogs de los políticos que defienden sus ideas en El Huffington Post. Otros lectores han leído, además, el blog de Tipos Infames sobre el libro inédito de Juan Marsé; los de científicos como María Blasco o Carlos Duarte, el del antropólogo Ignacio Martínez Mendizábal; el del pediatra Jesús Martínez o el delicioso post de Carlos Moreno y su cóctel dedicado a Casillas; el poeta Luis García Montero está escribiendo, tan bien como él sabe, sobre fútbol. Tus insultos hacia ellos están fuera de lugar. No sólo los periodistas escribimos, ni todo lo que escribimos es periodismo; no sólo los periodistas tenemos derecho a tener blogs, ni todos los que escriben blogs quieren cobrar. También hay periodistas que bloguean en El Huffpost, y tienen sus razones. Su caso no es tu caso, así que ahórrate darles lecciones. Son mayorcitos para decidir si quieren escribir, sobre qué, y dónde.

Cada uno lee lo que quiere, y en El Huffington Post tratamos de cubrir el mayor número posible de temas, sabiendo las limitaciones de una redacción muy pequeña, de sólo ocho personas. Pero los ocho periodistas que estamos allí aportamos lo mejor de nuestro criterio, conocimiento y profesionalidad para hacer el mejor medio posible. Estoy segura de que pronto creceremos, como lo ha hecho The Huffington Post, que tiene en estos momentos más de 200 periodistas en plantilla, además de otros tantos profesionales que son imprescindibles en un medio digital. Este año han conseguido su primer premio Pulitzer. Ya ves; comenzaron siendo pocos, y han acabado por construir lo que muchos agoreros como tú decían que era imposible.

Y una cosa más. Dices que anulamos el sentido crítico. Te invito a que leas los comentarios de los lectores del Huffpost a las noticias y los blogs que publicamos. Ese es el gran hallazgo, la gran revolución de los medios online: todos están invitados a participar, muchos lo hacen, y a través de esa capacidad crítica enriquecen, avivan y amplifican el debate. Tampoco cobran. Lo hacen porque la comunicación ha entrado en una fase nueva y apasionante. El periodismo también.

Yo no te deseo lo peor, como tú a nosotros, sino larga vida a cuartopoder.es, especialmente mientras esté bajo la dirección de un periodista al que admiro tanto como Paco Frechoso, con firmas tan valiosas como las de Luis Díez o Esther Jaén. Hay muchas fórmulas de explorar las nuevas oportunidades que se abren al periodismo y a la comunicación en la era digital. cuartopoder es una de ellas, y El Huffington Post es otra.

Que tengas un buen día.

(*) Montserrat Domínguez es periodista y directora de El Huffington Post.


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