domingo, 9 de mayo de 2010

Encuentros feriantes

- Manueeee, ¿qué pasa pisha?
- Hombre, Pacoooo... ¿qué tal? Aquí dando una vueltecita, ¿no?
- Digo hombre, aquí paseando con la señora, a ver si nos bailamos una sevillanita y nos tomamos una media.
- Mu bien, Paco. Yo ahora iba también a bailá un rato.
- Po nada Manué, que malegrao mucho verte, hombre.
- Igualmente Paco. Y nada, a disfrutar que ya queda poco.

Los dos hombres se saludan con un efusivo apretón de manos y unas palmadas en los hombros y continúan sus respectivos caminos. Pero a esto que la hija de Manué, le repite -como hace cada año y cada vez que ve una cosa así- lo mismo de siempre:

- ¿Ése quién es papá?
- ¿Ése? - pregunta su padre con su sonrisilla típica -. Uno que trabajaba conmigo hace años en la Comercial Ferretera.
- Ah... -dice la hija y se queda como la mayoría de las veces que le pregunta eso a su padre. "No sé qué digo ".

2 comentarios:

Laura dijo...

Aaarooo! ¿a quién se le ocurre preguntar? jajaj... no sé que tiene la feria que nos volvemos todos más amigos que nunca de personas que luego ni saludadmos en el día a día...
Me alegro que ya estés de vuelta, "ferianta" jjajajj...

María José Romero dijo...

jajaja lo peor es que eso pasa en mi casa sea feria o sea paseando por el centro! jajaja mi padre es algo así como un relaciones públicas de jerez... ¡conoce a todo Dios!! jajaja

No al cierre de webs