miércoles, 5 de mayo de 2010

Nos vamos pero regresaremos...

Anoche toda una afición, casi toda una ciudad esperanzada se llevó el mazazo de su historia; un golpe que los devolvió a la realidad de sopetón. "Esta no es vuestra Liga", "A segunda, oé oé", esas cosas les decían cuando cada fin de semana se enfrentaban a sus rivales. Ayer, por desgracia, el Xerez Club Deportivo sentenció su descenso a segunda. No es matemático, pero sí virtualmente más que probable.


El Xerez se desdibujó ante el Valencia en Mestalla y aunque empezó el partido adelantándose en el marcador con gol de Armenteros (el mismo que inauguró la cuenta goleadora del Xerez en Primera División), no supieron jugar con esa ventaja y al final el Valencia de Mata los mató con 3 goles, tantos en los que quizás se podría haber echo algo más por evitarlos. La derrota los hunde más como colistas, los separa a 5 puntos de sus rivales directos -a falta de que estos mismos jueguen hoy- y pone la permanencia cuesta arriba, como si fuera el Anapurna o algún pico similar.

Pero pese a esta derrota debo decir que me siento orgullosa del equipo de mi ciudad. Por seguir luchando ante la adversidad cuando al final de la primera vuelta toda la prensa y todo el mundo del fútbol los daban ya por descendidos con tan sólo 8 puntos y apenas 1 victoria en casa. Entonces llegó el Pipo Gorosito, ése al que le dedican cantes en el campo y sevillanas en la Feria, y nos llenó de moral y de ganas para seguir luchando. Y el equipo lo notó, empezó a jugar bien y a ganar a los grandes como Atlético de Madrid, Mallorca, Málaga, y consiguiendo victorias in extremis.

El Xerez de Gorosito es otro equipo, uno que no se merece estar donde está, que se ha ganado la permanencia a base de buen juego, pero que por acontecimientos ocurridos en la primera vuelta lidia con su situación a punto de descender a Segunda. El Xerez de Gorosito ha sido un equipo que ha hecho soñar a su afición con que era posible y ha mantenido la esperanza hasta anoche, a sólo 2 jornadas del final de la Liga. No está mal y más teniendo en cuenta que hace 17 partidos sólo teníamos 8 puntos y ahora ya tenemos 30.

No tengo nada que reprocharle al Xerez de la segunda vuelta. Me ha dado alegrías, emociones y celebraciones que no creía que viviría. El Xerez de la segunda vuelta es el mismo que nos hizo subir a Primera hace casi un año, después de 62 años de historia. Este Xerez sí me gusta, sí es el equipo que conozco, y aunque baje a segunda este sábado de forma matemática, allí estaré yo, en Chapín, animándolos, dándoles las gracias por esta segunda vuelta ilusionante y por hacernos creer que la permanencia era posible.

El ascenso fue una gran fiesta en Xerez. Esperemos que el descenso no hunda a la esperanza de que lucharemos en segunda para volver a estar donde nos merecíamos este año: en Primera División.



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