domingo, 21 de noviembre de 2010

Las telenovelas (Viaje al pasado III)

Seguramente me dejo mucho en el tintero, pero el tiempo apremia y no tengo sitio para más. No he puesto las canciones que marcaron una época, mi época, aunque se puede adivinar que crecí escuchando Mecano, Ana Belén y Victor Manuel, Joan Manuel Serrat (estos últimos por decisión paterna), Hombres G..., todos grupos que surgieron en los 80 y que acabé oyendo por influencias sisterianas. 

Como casi todo en mi adolescencia - víctima de ser la pequeña de la casa-, siempre acababa viendo lo mismo que veían mis hermanas o mis padres; y entre esos programas visionados en principio casi por esfuerzo pero deborados finalmente con tremenda pasión, están las telenovelas. Soy de una época en que las telenovelas eran nuestras series de moda, nuestro Arrayán o Amar en Tiempos revueltos, presentadas cada una de ellas por aquella mujer de la que ahora no recuerdo el nombre, pero que anunciaba con tremenda pasión cómo no podíamos perdernos La Dama de Rosa

Viví mi adolescencia disfrutando de telenovelas como la anteriormente nombrada, Agujetas de color de rosa, Abigail, y un sinfín de títulos más donde destacó finalmente una entre todas ellas. Fue argentina (no podía ser de otro modo), y su trama, la actitud cómica pero independiente de su protagonista, el amor... (ah! el amor, ese sentimiento capaz de mover montañas), lograban que no me moviera del sofá, justo en esa etapa en la que veíamos las telenovelas porque anhelábamos vivir un amor como el que disfrutaban y sufrían las protagonistas de las telenovelas, pues ¿qué sería de la vida sin ese sentimiento? y ésta, Perla Negra, no fue una excepción. Si tuviera que escoger una telenovela que marcase mi adolescencia, sin duda elegiría ésta. 

Para quien no la conozca, aquí dejo un vídeo del primer encuentro que tienen sus protagonistas en el capítulo uno. Puede resultar ñoño o directamente una estupidez, pero han pasado más de 15 años desde que la vi y aun la recuerdo escena por escena. 

Puede que en pocos días me haga un año más mayor, pero hay cosas, sentimientos, aficiones, gustos, que no cambian nunca. Por eso, todo lo recordado hasta ahora me sigue pareciendo fascinante y sigo disfrutando de ello como la primera vez. 



1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo he vuelto a ver nuevamente esta novela...¡Qué recuerdos!

No al cierre de webs