domingo, 14 de noviembre de 2010

Y tú, ¿Cuántos amigos tienes?

Tengo un centenar de amigos en Tuenti, otros tantos en Facebook y 19 seguidores en Twitter. Así se resume ahora la vida social de las personas, según los "amigos" que tengas admitidos en tus redes sociales. Amigos. De ésos hay pocos en la vida, sin embargo estas páginas virtuales te otorgan el extraño placer de pensar que tienes más de uno. Pero no nos engañemos, las redes sociales aglutinan desde buenos amigos, pasando por conocidos, compañeros de carrera con los que no has cruzado más de una frase en cinco años, el vecino del quinto y hasta aquel compañerito que jugaba contigo en el recreo del colegio y que hace 20 años que ves.
Eso son las Redes Sociales, un espejismo de falsa amistad.

Aunque si bien hay que reconocer que tiene sus puntos buenos (que haberlos haylos). Si se utilizan de la manera adecuada, Facebook, Tuenti y sus derivados ayudan a mantener el contacto con esas personas especiales, amigos queridos, que por circunstancias ajenas a una misma están lejos. Las redes sociales sirven para estar al tanto de sus vidas, mandar pequeños mensajes (sustitutos de las antiguas llamadas telefónicas), y para recordarle a la otra persona que al otro lado sigue teniendo un amigo.

Eso tiene de bueno una red social, puede ser un canalizador para mantener el contacto, la "amistad" con esas personas a las que uno no quiere perder nunca de vista.

Sin embargo, no todo es un jardín de rosas. ¿Dónde está el control en su uso? Muchas personas se vanaglorian de tener más de mil amigos virtuales, entre los cuales sólo un tercio son amigos reales, el resto desconocidos (de ahí la falsa amistad). Pero lo peor llega cuando son los más pequeños, los niños/as, los que entran a formar parte de las Redes Sociales. ¿Cómo un padre permite que su hija de 7 años tenga un perfil en Facebook y en Tuenti? ¿Dónde queda eso de la protección al menor? Esta claro, que si no se le pone remedio desde el mismo hogar familiar, el resto poco podemos hacer para evitarlo.

Es un error, se mire por donde se mire, un craso error que se permita a los menores participar en estas redes pues sustituyen su vida por un ordenador. Antes, cuando yo era una infante, mi red social era la plazoleta de mi barriada, ahí era donde tenía a todos mis amigos, ahí charlaba, jugaba y vivía. Ahora, los niños sólo viven por y para la pantalla.

Una verdadera pena, porque aunque las redes sociales estén muy bien, y uno se ría mucho comentando tal o cual frase, eso no puede sustituir nunca los abrazos espontáneos, las palabras reconfortantes, las miradas complices, las conversaciones en el Fridays, los besos necesitados..., todo lo que hace que los amigos lo sigan siendo, y ocupen un lugar privilegiado en nuestras vidas por muchos años (y a pesar de las distancias).

3 comentarios:

Mar Urbano dijo...

Qué linda eres mari...

Alfonso Saborido dijo...

Dios, cómo ha cambiado el blog, ¡me encanta! Sólo te falta un twitter integrado :)
Por lo demás tengo muchos seguidores en facebook, pero amigos, con una mano se cuentan :)

María José Romero dijo...

Mari, tú sabes que nuestras conversaciones en el Fridays ningún tuenti nunca podrá suplirlas ;) La repetiremos pronto ;)

Alfonso, suele pasar, que tengamos muchos conocidos en las redes sociales, agregamos a muchas personas, pero al final los amigos de verdad son pocos y son los que están ahí por encima de cualquier Facebook. Me apunto lo del Twitter ;)

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